Tu voz apagada, llora y canta,
la escucho en sobrecogido silencio,
habita un ruiseñor en la garganta.
Hay algo que te destroza y atormenta,
que tal vez ni lo sientas,
en un mudo interior que amabas...
y que hoy... detestas!
Peldaños que nunca acaban,
desiertos infinitos que ahogan,
dolorosos estertores de agonía,
que en el impredecible destino moran.
No le temas a la noche y a la luna,
el amanecer esconde estrellas...
gotas de rocío, cristalinas, puras,
para alimentar flores nuevas.
La nada es palabra inventada
inexistente sin duda alguna,
hay un renacer que espera...
en unos brazos que aguardan.
Y la que parta primero, sin lágrimas
amargas,
convertida en una nueva alma,
gozará bellos soles, diáfanas noches,
ajenas al dolor, en sublime calma!
Compartiremos la experiencia mística,
seremos almas ingeniosas,
y la vida que nos castigó... resentida...
¡Verás! ... que no perdimos gran cosa!
En los confines del espacio y del tiempo,
enriquecidas por la experiencia terrenal,
refugiadas, liberadas para siempre,
de una existencia agrietada...
liberadas para siempre...
de todo mal!
Matty Canales
Chile
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