Tengo mis manos extendidas, llenas de amor... En mis puños cerrados oculto las tristezas
esas que dejaste, en el silencioso adiós. Solo acudes a mis pensamientos y te acaricio...
En éstas horas, mis horas de devoción.
Eres letanía repetida y constante, eres casi interminable oración
y no puedo dejar de nombrarte, aunque la voz... solo la escuche yo.
Enronquecida, te grito... te amo... mis ojos cansados rastrean los sueños,
y hasta creo sentirte en una canción. Llorando tu ausencia, beso tus labios aunque solo te bese y te recuerde yo.
No quiero olvidarte, por eso no lucho prefiero guardarte mi bella ilusión,
entre rosas azules y la mar serena recibe ésta ofrenda, que lleva mi amor.
Si ya no estás cerca y habitas las piedras si tu corazón anhelante, se endureció.
Si no has encontrado quien te ame y comprenda, no olvides que aqui... aqui sigo yo.
No he de ser rosa, que muera en la escarcha
ni un manzano mustio, que no floreció. He de ser ciruelo o un bello damasco que endulce tu boca, en horas de otoño...
¡En todas tus horas... especialmente... en horas de amor!
Matty Canales
Chile
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