Cuentan que vivía en la Quiaca
donde azota el
viento
y el sol quema
la cara
donde las almas danzan de noche
y en luna
llena te espantan...
Cuando las
estrellas titilan
a pleno, en
son de vidalas.
Cuentan que
nació sin piernas
por eso mismo
volaba.
Cuentan, no se
si será cierto
que se dormía
soñando
que en un
escenario bailaba
con tutú
bordado en hilo de llama...
y zapatillas
media punta enlonada.
Cuentan que
nunca estaba triste
a pesar de la
tragedia cargada,
le brotaban
dulces frases
y se
desbordaba en palabras.
Vivía sola en
un rancho
ella con su
majada.
De barro era
la casa
perdida entre
las montañas.
De su vida
todos hablaban
en la
misteriosa quebrada
¿Cual habrá
sido su historia?
Todos se
preguntaban...
Una noche en
que la luna
ya dejó de
estar plateada
convirtiéndose
en un fuego
que de verla
calentaba...
Se oyó un
grito lastimero
que bajó por
la montaña.
Cuentan que se
preocuparon
pensando en la
pobre "ARA"
nombre que le
pusieron
corto, como su
esperanza.
Solo vieron un
gran pájaro
que en el
viento se hamacaba.
El primero que
llegó al rancho
la buscó y no
encontró ¡Nada!...
Y en medio de
los tunales
exasperadas
las cabras.
Cuentan que en
Palpalá
apareció como
estatua
una esbelta
bailarina
que en su
frente decía "Ara"
Los poetas que
la vimos
damos fe que
está en la plaza
fue
perpetuada con el hierro
de los Altos
Hornos Zapla.
Libia Beatriz
Carciofetti
Derechos
reservados Nº 452298
libypoesias@arnet.com.ar