A unos jirones celestes y blancos


A unos jirones celestes y blancos
Te empeñas en mostrarme,
los rudimentos de mi alas;
que ellas pueden crecer y

abrirse en abanico.

Te empeñas…

Pero, pero si yo no quiero aprender a volar…
No quiero pensar en otro cielo.
Soñar con infinitos posibles.
¡No viviré en ellos!
La asfixia se abrirá en mi puerta.

Si, en mi prisión segura,
agoto mis tiempos y
mis huesos.

Mis alas pueden derrumbarme,
hundir las paredes de mi castillo.

Déjalas en rudimentos informes,
así nadie les teme.
Y yo tampoco.

Qué será, sin mi cuerda apretada,
ajustando el sonido en la garganta.

Mejor a tientas, mientras es de noche,
pues la claridad enceguece.
La posibilidad de ser libre, me condena.

Qué haré con mis apatías y mis rencores.
Las alas desoladas en tintas oscurecidas,
descripción de la mirada que no quiere ver.

No te empeñes, déjame sumisa;
en mi ración diaria de mezquina razón miope.

Trastabillando me sostengo,
pues mis alas, ya las he regalado,
antes de tiempo;
replegadas, irresolutas…
infinitamente bellas.
Pero nunca, amadas.

Graciela María Casartelli
Córdoba, Argentina, 2012




Fondo Musical: Love Story - Liberace
 
 
Anterior Siguiente Español Menú Principal