Sangrando tempestades
removí de mi cuerpo viejas heridas,
huyendo de un no sé que...
escapé a recónditos lugares,
escuché palabras oxidadas...
que el tiempo abandonó,
mi alma arrastré...
por caminos polvorientos.
Hoy...
en el otoño de mi vida
siento el cansancio corroer mis huesos,
rayos de luna platean mis cabellos...
la última gota de mi sangre beberé,
pero aquí estoy...
todavía estoy viva,
no morí!..
Rosenna
Buenos Aires - Argentina
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