Ese niño que ves en el suelo, esperando que le mires con piedad, que le ayudes, que le saques de miserias, ese niño, puede ser lo que yo espero el hombre que mañana triunfará. Hoy él te implora un pedazo de tu pan, dale, no lo pienses, no consumas todo alimento que por demás, si te abasteces lo deshechas sin mirar quien como perro hambriento ahuya por rincones de las calles en tu ciudad. Ese niño, tiene ojitos de esperanza, Él me dice ,por su tierra él luchará, de algún modo,va observando, y en sus chanclas van quedando huellas negras de las ruinas, la miseria y la maldad. Los que tienen abundancia ni les importa, en su hogar no le enseñan a jugar, el juego de la vida...¡LIBERTAD! son las flores que sin tiempo se deshojan, de un jardín que no suelen cultivar. Aparatos electrónicos son su vida sus amigos, su familia están allí, ¿Cómo pueden ser sensibles sin vivir, la experiencia que le indica una salida? Yo prefiero dar mi mano a ése niño, que la escuela es el aire y el candor de ése sol que le quema en su camino y en su alma va menguando su calor. Ëse niño de las calles, no lo ignoren, ellos son los vigilantes en la noche, son las lunas negras del dolor. y las estrellas, con lágrimas en derroche que van nutriendo su tierno corazón... Carmen Flores Puerto Rico - 02/03/2003 www.angelfire.com/poetry/carmenflores
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