Se mueven montañas la gente dormida no hay prisa, se estremece todo, qué importa, nada pasa se remueve el lodo, desde las cenizas desde los panteones los muertos gritan la gente no mira ni nada responde, Los vientos furiosos, los mares rebeldes la tierra le duele y sus ojos llorosos al ver horrorosos que a esa gente le importa muy poco. Avisos de Dios, antesala del fin dispuesto a decir que ya se acabó lo que trajo aquí. En grandes porciones repartió amor, para que los hombres fueran de honor Honor de bondad honor de honradez y que alguna vez pueda germinar. Se oyen pisadas son de gigantes y la gente pasa, no usan espadas sólo carcajadas no hay vigilantes. Humos que ahogan polvos que matan guerras que acaban, la gente lo nota. sigue su marcha. Habrá terremotos habrá destrucción palabras en oro aviso de Dios, terminó todo y Dios avisó... Carmen Flores Puerto Rico - 30/08/2004 www.angelfire.com/poetry/carmenflores
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