Detente corazón, tú lates en mi pecho, por un Amor perdido, que jamás olvidé.
Ese sentir que siempre, vive en mi recuerdo. Y tal vez algún día,
vuelva a renacer.
Llegó cuando las rosas emanaban perfume. Y cuando en las mañanas,
soñábamos los dos.
Hoy lo siento presente, en mi alma que solo, desea ver su rostro
y su mundo interior.
La riqueza en el verbo "amar" nunca se pierde.
Yo guardo la esperanza, al sentir y querer.
¡Ven conmigo!... no latas. Detente corazón. Pues ahora en mi vida…
¡He sentido tu Calor!
Ana María Zacagnino
Buenos Aires - Argentina
Fondo Musical: Dios Como Te Amo |