No hay brotes de esperanza
en esa flor marchita
aunque agónica se aferra
y en estertores musita...
Dame el agua de tu fuente
no me dejes sin tu amor
mis pétalos son ardientes...
dejas morir mi corazón.
El desierto no se afana
no escuchará su clamor
en la aridez se alimenta
nada le importa la flor.
Ni el sol se compadece
y lanza rayos de calor
la lluvia no aparece
para aliviar su dolor.
En soledad abrasante
se queman sus vestidos
y el silencio por testigo
ve fallecer a la amante.
Es que el cruel indiferente
se alimentó de su aroma
y la lució imponente
como su gran conquista...
Logrando el cometido,
ya no la necesita
el desierto está florido
no queda ni el recuerdo,
de una más que por amar...
En lágrimas ha fallecido...
Matty Canales
|