Se ha escondido el sol
que alumbraba mis días...
mi vida es un clamor
en llantos y agonía.
También el aire huyó...
entre montes y quebradas
llevándose mi voz...
en sollozos, desolada.
Muda, adolorida,
castigada...
espero, morir en el silencio
sin confesar... que no fui... tan culpable
fui... la eterna, traicionada.
Ya no he de aclarar
nada,
para que... si ya he sido condenada,
y me ovillo en el suelo
en busca del vientre materno
más luego recuerdo...
que ese vientre también me rechazó.
Debe ser importante
esa espera
pues mi destino marcó,
cansada, en busca de amores,
sola y vacía, carente de alegrías
desesperada, busco la muerte...
que me libere hoy.
Muerte... aqui estoy
sucia guadaña
a ti te hablo, mujer de la nada
a ver si te atreves a arrastrarme a las tinieblas
si en vuelo, antes que me alcances...
me presento ante Dios.
Para ser juzgada, por
el único soberano
perfecto y justo Arquitecto
a quien le debo besar la mano
y pedir que evalúe éste pecado...
Cometido...
por el solo hecho de haber soñado...
demasiado
y de la vida haber esperado...
demasiado...
Si arrollé a mi paso,
por la impulsivilidad y arrojo
e hice sufrir sin desearlo
a mis más amados lazos...
Dios lo sabe...
buscaba el calor de un abrazo,
con mis hijos a mi lado...
todos, todos aqui... en mi regazo.
Matty Canales
Santiago - Chile - Sábado
18 Marzo 2006
Dedicado a mis hijos, Jossy, Jorge y Jaime
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