El rey poseía una riqueza infinita,
sin embargo, para él, solamente una de sus joyas
¡era la más preciosa de todas!
No la guardaba en cofres, ni la escondía:
¡la compartía con todos!
Cierto día, sin embargo, ¡el monarca perdió su adorno preferido!
¡Peinaron todo el reino y nada!
La falsedad peleó contra él.
El corazón del rey se cerró para los traidores.
¡Era una joya insubstituible!
No era el diamante, ni el rubí.
¡Era la CONFIANZA!
Virtud dorada
que posee mayor cotización en el mercado que el oro.
Es frágil como el cristal,
y una vez perdida, ¡difícilmente es recuperada!
Rosimeire Leal da Motta
Vila Velha - ES - Brasil
|