Sería muy interesante que nuestra vida siempre tuviera solo buenos momentos, llenos de paz y amor, con mucha tranquilidad y salud siempre a un alto nivel.

Eso sí, sin olvidar la parte económica, siempre con saldo positivo.

Sería genial si ese fuera el caso.

Pero, seamos realistas, sería algo monótono.

Dicen que son las dificultades que encontramos las que realmente nos dan ganas de vivir, porque demuestran nuestra disposición, nuestra voluntad de vivir.

De todos modos, estos son los problemas que justifican nuestro paso por la vida.

Se puede decir que esos momentos son como días de fuertes lluvias, cuando todo se vuelve gris, la vida parece muy complicada, pero hay que seguir adelante.

Ciertas cosas nos parecen pruebas.

A veces la vida parece muy difícil, pero no podemos rendirnos, y tratar de poner de nuestra parte, para que no nos desespere...

Siempre debemos tener en cuenta que la vida se compone de buenos y malos momentos.

Si a los buenos se les da un buen uso, genial.

Pero también hay que saber superar los momentos de crisis, sin rendirse nunca a los azares de la vida, buscando siempre una válvula de escape, y así, si tenemos un ideal, es necesario estar preparados para todo con el objetivo de realizarlo.

Si nos derrumbamos ante las primeras dificultades, ciertamente no lograremos nada.

Si el momento es de llorar, sepamos que no es eterno, como tampoco lo será el momento de la felicidad.

Ambos son parte de la vida.

Será otro momento en el que necesitaremos luchar paar volver a ponernos en pie, reconstruyendo así nuestra felicidad, siendo siempre conscientes de ello en todo momento, en lugar de simplemente rendirnos a vanos lamentos.

Sin duda alguna, aunque no nos sea posible realizar todos nuestros sueños, al menos debe-mos luchar por ellos, reaccionando ante la adversidad de la mejor manera posible.

No es porque una puerta se cierre que nuestro mundo debe detenerse.

A veces sufrimos un golpe demasiado fuerte, debilitando nuestro ánimo.

Te hace querer enviar todo al espacio y rendirte.

Ahí es cuando tendremos que sacar esa fuerza interior de la manga, y resistir, y caminar, aunque sea tropezando a pasos agigantados, pero siempre tratando de avanzar.

Debemos seguir el ejemplo del sol que siempre está en su lugar, siguiendo su camino, y aunque a veces las nubes atenúen su brillo, siempre estará ahí, por muchas tormentas que ocurran.

Él nunca se rinde. No brilla durante unos días, pero después de que pasan las borrascas, es hermoso, ligero y suelto como siempre.

Es en este ejemplo que debemos apuntar, buscando siempre ese algo más, ese plus de fuerza para continuar nuestro camino, sin dejarnos arrollar por el mal tiempo de la vida, que por cierto nunca fallará.

Lo importante es estar preparado para afrontarlos.

No podemos ni debemos permitir que nuestro espíritu sea quebrantado por estos momentos tormentosos.

Sepamos enfrentarlos con valentía y determinación, para recibir la recompensa de nuestra perseverancia, que será sin duda el logro de nuestras metas más anheladas.

Es muy gratificante cuando te acercas al final del camino, poder mirar hacia atrás y ver cómo se superaron las dificultades.

Cómo supimos usar nuestra fuerza de voluntad para superar los obstáculos, siempre dejando y llevándonos buenos recuerdos de los lugares por donde pasamos.

Si supiéramos superar los problemas, si supiéramos marcar aciertos.

Finalmente, si supiéramos vivir tratando de hacer nuestra parte, siempre sin utilizar recursos injustos, sin buscar dañar a los demás, viviendo y dejando vivir.

La vida es demasiado buena para ser vivida, solo necesitas saber aprovechar  sus lecciones.

Basta con saber vivir bien, disfrutando de las cosas buenas que nos ofrece, y sabiendo sobre-ponerse a las cosas malas que puedan venir por delante.

¿Problemas?

¿Quién no?

Saber aceptarlos, comprenderlos y superarlos.

Parece una sugerencia muy simplista.

Y realmente, es una fórmula simple.

Sabiendo que pueden surgir, será más fácil seguir la receta.

No podemos desear que todo sea un eterno mar de rosas.

Sería bueno si lo fuera.

Pero como esto no siempre es posible, intentaré ayudar, deseando que todos tengamos UN HERMOSO DÍA, y tratando de poner mi granito de arena en este objetivo, contando siempre con la ayuda de Dios para iluminar mejor nuestro camino...

Finalmente, un mensaje que me dejó mi gurú L'Inconnu:

"QUE LOS BUENOS Y GRANDES RECUERDOS SEAN SIEMPRE MAYORES QUE EL DOLOR DE TU "SAUDADE".

Marcial Salaverry