No escondas las alas, limpia tus plumillas y elévate a lo alto, a los riscos donde besa el viento. ¿Dónde está tu enorme libertad y la fascinación que experimentabas al sentir día a día en tus plumas el beso de las nubes? Pájaro de fuego, de fuerzas, lejano de la tierra, tírate en picada a las aguas salobres y recupera tus fuerzas recuerda que en el nido, siempre hay alguien que espera. Mujer de altiva nobleza, de fuerzas arcaicas y fecundas... Otea, mira, otea el horizonte, la línea dorada del mar y verás allá arriba el arco iris que te espera. Tú... águila, relámpago, fuego, luz Tú... grávida semilla fuiste un día Tú... mujer que horadaste el fondo de la tierra Tú... mujer, amiga mía, puéblate de sueños, amasa los caminos con tu huella de alborada. Tú... relámpago en la vida de las águilas, guerrera por naturaleza, dulce por sabia, fuerte en la amistad y altiva en el vivir. Amiga... desde tu propio imperio interior has de salir airosa, elevándote a las alturas besando el gemido amado de tus pares como danza amanecida allá en lo alto. Tú... que ves con tu Tercer ojo la vida entera, y eres rayo, pájaro de vida, tormenta eléctrica no debes dejar de volar... sube… sube. Volatilízate en amores, sublima con besos ésta vida. Saca de tus alforjas tu cayado guerrero y camina las montañas eternas, escudríñalas, elévate, vuela firme y llueve desde arriba para nosotros esa sonrisa de mares. Yo te conocí volando alto, y volamos juntas y vimos el mundo chiquito allá abajo, y descubrimos rayos plateados, besos furtivos, amigas amadas, hijos eternos de amores. Por eso te pido, ponte el sombrero de los grillos, las alas de tu nacimiento, renovadas, relucientes, pues el invierno jamás arreciará en tu alma y vuela a la aldea de tu infancia, y vuela donde el corazón te lleve y llénate de recuerdos bellos. En cualquier lugar siempre encontrarás una amiga de verdad, que también sueña con volar. Águila... "Mattyáguila" espero tu vuelo, ahora que yo... he emprendido el mío, para tomarte de las alas y decirte que el cielo, el aire y las nubes, esperan tu palabra libertaria, esa misma, que desnuda al viento sin cesar. María Cristina Aliaga Luna © Chile - 06/04/2006
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